20-10-2016
Giuliana Diez se inscribió en la Capacitación sobre Seguridad e Higiene para la Actividad Hípica que organizó la Unión de Trabajadores de Turf Afines en el Jockey Club de Villa María, con el objetivo de sumar aprendizaje en el mundo de los caballos. “Me críe en el campo y aprendí a quererlos de una manera especial”, confiesa.
Hay devociones que son difíciles de explicar con palabras; son las mismas que nacen con la crianza de la persona y el paso del tiempo las va agigantando. Giuliana Diez es oriunda de Villa María, tiene 20 años y aprovechó la ocasión que el Curso UTTA visitó el Jockey Club de su localidad para decir presente en una formación en la que ella misma considera que le será de relevancia para un futuro inmediato.
“Soy estudiante de Higiene en un instituto y anhelo tener la tecnicatura en esa materia. El curso UTTA tiene mucho contenido y la profesora Juana Ferro la transmite con mucho profesionalismo y sabiduría”, se anticipa a presentarse esta muchacha que conserva esa tonada cordobesa, que es muy común por esta región y le da más encanto a su ya particular belleza.
Ese apego por uno de los animales más nobles que existen surgió desde muy pequeña y así lo explica: “Mis abuelos trabajaban en el campo y los caballos se utilizaban para arar la tierra en épocas de cosecha. Mis primeros recuerdos son siempre con los caballos. Son parte de mi vida. Me críe en ese contexto y aprendí a quererlos de una manera especial”.
Lo que dice Giuliana, le sale del corazón y se le entiende a la perfección ese sentimiento. Tal es así, que es dueña de India, una tobiana a la que considera parte de su familia y cada vez que llega a su hogar, la recibe al galope rumbo a la tranquera de entrada. “Se porta como una persona. Es muy dócil”, agrega. En su red social personal, abundan las fotos de ella con India y es un ejemplo más de esa relación de las lindas. Es una joven que aprende para sumar y, de paso, para profundizar algo que lo lleva desde siempre.