En uso de los documentos históricos donados por la querida Diana Rosende, días atrás cuando visitó a nuestro Secretario General, Carlos Felice, les compartimos una breve reseña de quien fue Tripleerre.
Rodolfo Roberto Rosende fue el mayor historiador que tuvo el turf argentino y desplegó esa pasión hasta su último día de vida, en 1998, contribuyendo con su trabajo minucioso a las redacciones de las revistas La Fija y Palermo y los diarios Clarín, Tiempo Argentino y La Razón. “Tripleerre”, como se lo llamaba, tenía todo rigurosamente documentado y había dedicado cientos de madrugadas a organizar en el primer piso de su casa casi un museo, que poseía la particularidad de ir mucho más allá de la hípica, a partir de la inclaudicable pasión de coleccionista que incorporó en la infancia, cuando acompañaba a su madre, que era propietaria de un kiosko de intercambio de libros y revistas usadas.
Con formación actoral en la Escuela de Arte Dramático y dueño de una voz particular, en un momento de su vida en la que, incluso, hacía doblajes al castellano para películas de aventuras, Rosende sumó a su colección todo tipo de tesoros gráficos, entre ellas las series completas de diversas historietas. Pero siempre en paralelo a su labor en su amado turf, con sus estadísticas, una multiplicidad de sucesos históricos y un sinfín de preciados datos que fueron material de consulta permanente hasta su fallecimiento. Tanta era su pasión por los caballos y el periodismo hípico que sus cenizas se entremezclan hace más de dos décadas con la arena del hipódromo de Palermo.
