El corazón sindical y los latidos de la Unión

11-12-2020

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Con apertura a cargo del Secretario General Carlos Felice quedó inaugurado en la tarde del jueves 10 el Encuentro de Formación Sindical – UTTA, vía zoom, con la presencia de dirigentes y delegados de todo el país.

 

Nuestro Secretario General, Carlos Felice, exteriorizó su respeto hacia los compañeros y compañeras que han perdido seres queridos por la pandemia, “en un año durísimo en lo emocional y sumamente difícil también para la hípica, donde UTTA apoyó los protocolos sanitarios y los pedidos hacia las esferas gubernamentales para la reapertura de muchos hipódromos del Interior. Atendimos las sugerencias territoriales, como quedó demostrado además por la importante respuesta a las diferentes capacitaciones avaladas por la organización”.

Luego se refirió al papel del dirigente, que debe tener “la solidaridad como cualidad fundamental para serlo. Se vio palmariamente en esta crisis el sacrificio personal del dirigente, y también la satisfacción de dar lo mejor de sí por una causa”. Además remarcó “la legitimación de los cargos en la delegación del poder colectivo, que le da autoridad. Y la vocación de servicio hacia la organización, sin imponer puntos de vista, sino buscando acuerdos que atiendan a las necesidades generales. Como promotor de la participación de la gente, el dirigente encabeza la lucha por los derechos que se realiza a través de la participación democrática, aunando ideas. Debe ser organizador, movilizador, buen constructor de grupos, y esto último ha sido fundamental para el fortalecimiento de la actividad hípica en el Interior del país en este año tan demandante. Una mística vital en torno a las acciones conjuntas”.

“Necesitamos dirigentes capacitados en herramientas jurídicas, somos educadores ayudando a que las personas tengan una actitud crítica, un pensamiento crítico para resolver inteligentemente las problemáticas. Nos espera el desafío de un 2021 muy complejo, en lo económico, en lo social y también para la organización”, puntualizó.

Posteriormente, Felice cedió el micrófono al Dr. Gerónimo Copello, especialista en Derecho Colectivo del Trabajo y profundo conocedor de la hípica, quien se explayó acerca de las relaciones laborales en tiempos de Covid-19, comenzando con una definición certera: “la realidad nos pasó por arriba a la teoría o las prácticas de peores escenarios estudiados en la universidad, porque esto es algo que nunca habíamos barajado”. Recalcó cuánto luchó la UTTA en dicho contexto para que se fuera rehabilitando la actividad hípica, con su consecuente derrame en toda la cadena productiva.

Desde lo estrictamente laboral, se apoyó en dos ejes para el estudio de la Industria Hípica: los Delegados y el Derecho Colectivo. “El aprendizaje de nuestros referentes es social, no existe una escuela de delegados, sino que la charla, el debate, el compromiso y la reflexión comunitaria son herramientas esenciales, especialmente en momentos como los actuales”, deslizó. “La necesidad de promover espacios de diálogo debe mantener el respeto por la verticalidad dentro de toda organización”, prosiguió Copello.

“La vocación de servicio, la sensibilidad y el manejo de las emociones deben ir de la mano en el rol del dirigente, sobremanera en una actividad como la hípica que es brava porque va de sol a sol”, aseveró.

En tanto, al hablar del Derecho colectivo, expuso que “la tutela sindical tiene además el respaldo de la Constitución Nacional, y en dicho marco es de vital importancia conocer el Convenio Colectivo de Trabajo, que es algo así como la Biblia del trabajador. Hay disposiciones que se han ido dictando con el devenir de la pandemia, pero siempre dentro del Convenio. Y acá es primordial saber escuchar, la capacidad de diálogo para no cercenar voces, y abrir puertas en el disenso para buscar puntos de encuentro”.

“Estamos dentro de un proceso del que no sabemos cómo va a seguir desarrollándose, a la pandemia no la esperaba nadie, y a pesar de la reactivación hay miles de puestos de trabajo en la hípica que aún no han recuperado su verdadero volumen o identidad. Y vivimos un período de adaptación que activa la solidaridad y el pensar en el otro. Las bases jurídicas no se modificaron, pero sí se han adaptado a la nueva realidad”, prosiguió.

En cuanto a los objetivos, “prima bregar por la protección de las fuentes de trabajo, valorizando la dignidad humana del trabajador, y buscando incentivar la buena fe tanto del empleador como del trabajador para la subsistencia del vínculo laboral en el nuevo escenario mundial. Es el Norte al que debemos apuntar, hallar la manera de adaptarnos, siempre dentro de los límites del Derecho Colectivo. La prohibición de despidos sin justa causa y de suspensiones, prorrogada hasta enero de 2021, ofrece mayor cantidad de garantías a los trabajadores, y estos DNU reafirman ese camino”.

Sin dejar de lado “la casuística de situaciones particulares donde hay que apelar al sentido común, concertando salidas entre las partes para poder solventar esta crisis”, Copello subrayó la trascendencia “de acceder a un trabajo registrado con todos los beneficios que trae, en este caso la Unión, donde encontrará el trabajador todo el apoyo y la seriedad de la organización por sus recursos jurídicos, más la responsabilidad de los delegados para solucionar los problemas de sus afiliados”.

En el cierre, Carlos Felice retomó la palabra. Y antes de saludar a cada uno de los participantes, permitió emotivas intervenciones de Rodolfo Guayama (fuerza Tito!!!), el león Luis Leguiza, Juan Manuel Vittar –abrazó la religión de situarse en el lugar del otro- y Ricardo Solaro –rememoró los cimientos edificados en base a sueños-. Trascartón, indicó la necesidad de “estar preparados emocionalmente para lo que viene, no hay certezas ni terminó, ojalá que eso suceda durante el próximo semestre, pero igual debemos permanecer unidos y fuertes. Aunque parezca contradictorio, este fue un año desafiante y triste, pero de realizaciones”.

Al final de la charla, Felice no ocultó su orgullo “por los dirigentes locales que en cada parte del país lucharon por el regreso de las carreras”. Y quedó flotando en al aire de la web el deseo unánime de transformar, dentro de muy pronto, estos abrazos virtuales en uno bien grandote, fraterno y real.