Día Nacional del Caballo

19-09-2020

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El 20 de septiembre de 1928, luego de 3 años y 149 días de su partida desde la Sociedad Rural Argentina de Buenos Aires un 25 de abril de 1925, arribaron a Nueva York los caballos criollos Gato y Mancha guiados por el profesor suizo Aimé F. Tschiffely, tras recorrer más de 21.000 kilómetros en hazaña trascendente e imperecedera.

 

Conquistaron un récord mundial de distancia. También el de altura al alcanzar los 5.900 metros cuando atravesaron en Bolivia el Paso El Cóndor, entre Potosí y Challapata.

 

Gato y Mancha, de 15 y 16 años, eran ejemplares patagónicos seleccionados y arreados por el gaucho Reynaldo Rodríguez, quien los recibía en la Patagonia de manos de Emilio Solanet; éste los había adquirido de la tropilla del cacique tehuelche Liempichún, en Chubut. Acostumbrados al clima riguroso, frío y hostil, los ejemplares aguantaron durante el raid temperaturas cercanas a los -18º, pero también el calor infernal de Centroamérica con marcas que orillaban los 55º a la sombra.

 

Nada los detuvo. Ni los terrenos escabrosos, ni la agotadora extensión del recorrido, ni las contadas horas de descanso. Llevaban en sus adentros la marca impresa de la raza caballar argentina, distinguida en todo el mundo por sus epopeyas bajo cualquier contexto.

 

En UTTA sabemos de imposibles. Nuestra prédica por un Turf integrado y Federal viene de lejos, abrazada a la incesante lucha por fomentar el desarrollo de cada trabajadora y trabajador de la actividad hípica, a la convicción para defender sus derechos, y en este nuevo aniversario de la histórica gesta de dos equinos nacidos en este suelo reafirmamos el valor de marchar siempre por el mismo rumbo aunque el objetivo parezca a veces una utopía. Como la de Gato y Mancha, hace justo 92 años.