12-08-2020
La tarea en el motor de la actividad hípica tiene cuatro funciones vitales y una interacción permanente con el Stud Book y entre hipódromos
La segunda jornada del curso formativo de “Funciones en una Secretaría de Carreras”, presentada como “el motor de la actividad hípica” en la capacitación que está desarrollando la UTTA durante la pandemia, se llevó a cabo este martes en forma virtual con más de 60 asistentes simultáneos de diversas ciudades del país. “Hay cuatro puntos fundamentales en este trabajo: el microchip, la transferencia, el certificado de correr y el pasaporte”, subrayaron Juan Ignacio Genzano y Reinaldo Molina, los facilitadores.
Para meterse en la dinámica de esa tarea, ellos recorrieron por más de dos horas junto a las alumnas y los alumnos cada uno de los pasos previos para entrar en clima: desde la denuncia del nacimiento que se formula en cada haras y las limitaciones para los bautismos de los caballos hasta la documentación obligatoria para las carreras. A partir de esos conocimientos básicos y de familiarizarse con los trámites que deben realizarse durante la gestación y los primeros años de vida, la Secretaría de Carreras toma protagonismo, con una interacción permanente entre hipódromos y con el Stud Book correspondiente.
“Es como el Registro del automotor o de las personas”, se ejemplificó, como para ser didácticos con el aprendizaje. “Sirve para entender la legalidad con la que se trabaja”, citaron repasando en detalle cada trámite, sus controles y el alcance de las responsabilidades. Es clave para la base sólida de un óptimo simulcasting, la modernización de esa área en cada hipódromo y su engranaje. Los cursos de nuestra Unión, liderada por el Secretario General Carlos Felice, apuntan permanentemente a la inclusión, el trabajo y el progreso.
Todos entendieron que la ficha de marcas y remolinos con la que los veterinarios revisan a los caballos posteriormente a ser pesados cuando ingresan para competir se sigue utilizando junto al microchip. Hay un sistema interrelacionado para garantizar que no se manipulen, junto al pasaporte equino que registra los datos filiatorios y la documentación que siempre debe estar actualizada: el certificado de correr, que debe quedar en el último hipódromo oficial en el que el caballo fue ratificado, y la transferencia. “Es indispensable constatar quién es el dueño o quiénes son los propietarios porque a partir de eso se sabrá para qué caballeriza puede correr un caballo y las responsabilidades, ya sea en el cobro de su premio o si hay algún problema”, se remarcó.
Tras conocer todos los trámites que hay que realizar para que un caballo sea habilitado para la competencia y los formularios con los que se interactúa habitualmente, los asistentes ya palpitan el encuentro del próximo martes, con el foco en la etapa de inscripciones y ratificaciones.