14-12-2018
Cada 15 de diciembre se conmemora el Día Nacional del Jockey, siendo una fecha que quedó instituida desde 2012 cuando la Cámara de Diputados de La Nación lo estableció en un merecido homenaje al jinete Ángel Baratucci, por ganar ocho victorias sobre la misma cantidad de carreras en el Hipódromo Independencia de Rosario en 1957.
Sí hay alguien que, desde hace años, defiende los derechos de los trabajadores de las fustas es José Lufrano, secretario general de la Unión de Jockeys de la República Argentina y que tiene el apoyo incondicional de la Unión de Trabajadores de Turf y Afines.
“Desde la UTTA siempre nos escucharon y contamos con su apoyo. Es muy importante tener el respaldo del Dr. Carlos Felice, su secretario general, ya que nos permite continuar de pie y, de esta manera, seguir defendiendo los derechos de los jockeys. Los pilares están firmes y eso es gracias a la UTTA”, destaca Lufrano respecto de la actualidad de la organización.
En esta industria sus comienzos fueron como peón en un stud y luego de una trayectoria de 20 años como látigo, Lufrano se volcó al terreno gremial y explica los motivos que lo impulsaron a esa elección: “El jockey tiene una situación laboral vulnerable. Por lo general no recibe un ingreso fijo al mes y su salario depende mucho de las carreras que pueda ganar. Es una profesión de sacrificio y muy riesgosa. Hay temas que, estructuralmente, deberían modificarse”.
Hay muchos contenidos para trabajar y en su agenda de gestión hay puntos para tener en cuenta. “Ser dirigente gremial es una labor del día a día. Para dar ejemplo en la actualidad estamos luchando para que el uno por ciento que le descuentan a los jockeys, que optaron por ser nuestros afiliados puedan llegar a la sede y sean recursos que podamos utilizar para mejorar”, dice como parte de sus próximos objetivos.
Es un hombre que sabe que los grandes logros se consiguen en conjunto y los resultados esperados llegan cuando se va por el mismo camino: “Hay que tener en cuenta que para tener más fuerzas tenemos que estar todos los jockeys unidos y comprender el mismo mensaje”, sostiene.
Los jockeys tienen su día. Baratucci se convirtió en leyenda y esa impecable cosecha hípica será recordada por siempre en la segunda quincena de diciembre. Por otro lado, José Lufrano se aboca en representarlos, con la esperanza y consigna de que en conjunto todo es más sencillo.